Biederitzer Kantorei
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El coro Biederitzer Kantorei de gira por Andalucía y .... en compañía de buenos amigos

Por Brigitte Deckstein (versión en castellano por Guadalupe Ruiz), 2007

47 miembros de nuestro coro volaron del 27 de abril al 1 de mayo a Málaga por invitación de nuestros amigos del coro Sancti Petri Collegium Musicum para devolverles la visita que nos habían hecho ellos y participar en un concierto en la catedral.

Con gran entusiasmo nos recibieron el 27 de abril de 2007 nuestros amigos del coro malagueño en el aeropuerto de Málaga. Con las banderas española, alemana, sajona y europea ondeando, símbolo de la amistad y unión entre pueblos, nos hicieron un recibimiento muy cariñoso que duró al menos media hora. En el aeropuerto nos esperaba un autobús que nos trasladó a nuestro lugar de alojamiento; un precioso edificio a dos minutos del centro de la ciudad. Allí continuaron nuestros amigos con el caluroso recibimiento. El coro al completo estaba esperando que dejásemos nuestras maletas en las habitaciones para comenzar con la bienvenida oficial. Nos deleitaron con una preciosa canción española muy temperamental y llena de alegría, a la que siguieron los discursos de bienvenida del representante de la Diputación de Málaga y del director del coro Quintín Calle-Carabrias. Con la ayuda de la joven intérprete, que casualmente había estudiado en Magdeburgo y se alegró mucho de prestarnos su ayuda, nos transmitió el director del coro que nosostros estábamos siempre en sus corazones y nos enseñó un artículo de periódico en el que se anunciaba nuestra visita. Para cerrar el acto el coro volvió a deleitarnos, esta vez con la canción de cuna de Johannes Brahms (Guten Abend, gut Nacht...) en alemán. Como no podía ser menos, expresamos nuestro agradecimiento por el cariñoso recibimiento también con una canción. El resto de la noche estuvimos charlando animadamente (en parte con manos y pies por el desconocimiento de nuestras respectivas lenguas) mientras disfrutábamos de una abundante cena. Una vez más, fuimos testigos de cómo la música une a las personas pertenecientes a diferentes culturas. Algunos de los miembros de nuestro coro (entre ellos el muy estimado director: Michael Scholl) no pudieron resistirse a las aguas del Mediterráneo y fueron a darse un baño a pesar del cansancio acumulado durante el día, de las frescas temperaturas y del asombro de nuestros amigos españoles, que no entendían que se bañaran a esas horas.

Todos los preparativos del día siguiente estaban encaminados a organizar el gran concierto en la catedral de Málaga que tendría lugar esa misma tarde. Junto al coro español cantamos la Missa Solemnis de Mozart, que había sido precedida por un programa de nuestro coro Biederitzer Kantorei. Antes del ensayo general de la mañana habíamos sido recibidos por el cónsul alemán de Málaga, que por cierto es de de Landshut, en los exteriores de la caterdral. Le agradecimos el recibimiento con una canción bajo el azahar de los naranjos, acompaña del cantar de los pájaros. El ensayo general resultó ser un poco difícil, sobre todo, porque no podíamos cantar antes de las doce del medio día debido a las visitas de los turistas. Pero este hecho tampoco nos desanimó. Los músicos fueron llegando poco a poco y sobre las 12:30 comenzamos con el el ensayo general. Algo parecido ocurrió por la tarde, pues la catedral estaba abarrotada de gente que quería disfrutar del concierto. Por este motivo calentamos nuestras voces en la impresionante sacristía llena de obras arte y a la que se podía acceder por una pequeña puerta en la parte trasera de la catedral. Un escondite perfecto que no habríamos encontrado nunca sin la ayuda de nuestros amigos. Nuestro concierto fue muy aplaudido por el numeroso público, después del cual nos comentaron que muchos habían acudido porque cantábamos nosotros. Todos estaban encantados con nuestra actuación, modestia aparte. Por la noche nos debía recoger un autobús sobre las diez para llevarnos a nuestro alojamiento. Estuvimos esperando pacientemente pero no llegaba ningún autobús. Dieron las 22:30, las 22.45….pero nada. Para pasar el tiempo formarmos un gran círculo y empezamos a cantar en mitad de la noche. El autobús no llegaba, pero nos lo estábamos pasando en grande. Algunos de nuestros amigos españoles, que estaban empezando a apurarse, tuvieron la estupenda idea de trasladarnos en sus propios coches a la residencia dandon más de un viaje. Así llegamos todos alegres a nuestra residencia, donde el resto del coro nos estaba esperando preguntándose porqué habíamos tardado tanto en llegar. Una vez más disfrutamos de una agradable cena, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.

Al día siguiente, el 29 de abril, fuimos de excursión a Nerja, después de haber vuelto a cantar en la catedral en la misa de la mañana del domingo. En Nerja tuvimos la oportunidad de visitar sus famosas cuevas. Animados por la hermosura de la cueva, cantamos todos juntos el „Tollite hostias“ y los demás visitantes nos respondieren con una gran ovación. Gracias a Dios no resultaron dañadas ninguna de las estalactitas que adornan la cueva con la ondas sonoras de nuestros cantos. No podemos dejar de mencionar aquí también el gran banquete ofrecido con anterioridad en un restaurante de Nerja. Todos los miembros del coro quedaron muy impresionados. Algunos de ellos llegaron a contar hasta 15 platos diferentes servidos con gran esmero. El vino corría en abundancia y el ambiente estaba cada vez más animado. En la sobremesa los españoles no tardaron en sacar sus castañuelas y la sala se animó más todavía. Después de escuchar varias canciones españolas, algunas con toque flamenco, nos deleitaron también con canciones alemanas tales como „Junge, komm bald wieder“. No faltó el himno alemán cantado con gran entusiasmo (el hecho de que la letra sonara más a español que a alemán le dió un toque muy simpático).

El programa del día siguiente consistía en una excursión a Sevilla. Muy a nuestro pesar escuchamos de una de nuestras acompañantes, antes de montarnos en el autobús, que seguramene en Sevilla estaría lloviendo. Por ello llevaban algunos de ellos paraguas. Sin embargo, tuvimos suerte y no llovió en Sevilla. A pesar de las negras nubes que cubrían el cielo y de las lloviznas que cayeron en el campo mientras íbamos camino de la capital andaluza, cuando llegamos salió sol y no cayó una gota en todo el día. Gran parte del día lo pasamos admirando la impresionante catedral. El director del coro español, Quintín Calle, lo había organizado todo con tanto esmero, que a pesar de las colas de gente que aguardaba para entrar en el edificio, se nos dio preferencia y pudimos entrar enseguida.

Por la noche llegamos a Málaga todos muy contentos de lo que habíamos visto en Sevilla. Pero aún nos esperaba lo mejor: la fiesta de despedida. El coro español había alquilado una sala de festejos a 5 minutos andando desde nuestra residencia. Allí nos citaron a las 22:30. Paralelamente tenía lugar otra fiesta organizada por la diputación, de manera que a las 22:30 fuimos a la primera fiesta de despedida. Cada uno de los miembros del coro obtuvo una bolsa muy grande con libros, catálogos y, lo que más nos gustó, unas gafas de sol plateadas muy graciosas. Por supuesto volvimos a agradecer este presente con una canción. Esta vez cantamos „Mafiachor“, porque realmente parecíamos todos unos mafiosos con las gafas sobre nuestras narices… Terminamos muy tarde, pero no por ello se canceló la segunda fiesta. De manera que, poco antes de la media noche, nos dirigimos al siguiente lugar de festejos. Allí nos recibieron nuestros amigos con una música muy alegre a todo volumen. Bailamos, reimos, bebimos e hicimos una y otra vez a nuetros amigos la promesa de mejorar nuestros conocimientos de español para que cuando recibamos su visita en la primavera de 2009, podamos no sólo hacer buena música, sino entendernos también a las mil maravillas.


Siehe auch

Galerie Malaga 2007